Ni los técnicos de Sanidad aconsejaron la mascarilla en exteriores como ahora impondrá Sánchez
La mascarilla vuelve a ser obligatoria en exteriores. Pero en esta ocasión, lo es por petición de algunas comunidades como Galicia y País Vasco y por decreto del Gobierno de Pedro Sánchez. El Ejecutivo, que siempre ha asegurado tomar sus decisiones y restricciones contra el coronavirus basándose en la «ciencia», ha dado un giro de 180 grados: la obligatoriedad de las mascarillas en la calle ni siquiera estaba entre las propuestas que le plantearon los técnicos de Sanidad al Gobierno el pasado viernes.
Para comprender el alcance de la decisión que Pedro Sánchez ha tomado este miércoles al hacer obligatorias las mascarillas hay que detenerse en el llamado Sistema Nacional de Alerta Precoz y Respuesta Rápida (SIAPR). El SIAPR es, en esencia, el ‘cerebro’ del Estado ante una pandemia como la del coronavirus. Quien analiza el riesgo a nivel nacional y quien coordina la información procedente de toda España. Y su órgano de gestión es la llamada Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta (dependiente de la Comisión de Salud Pública).
Esa Ponencia de Alertas, formada por los expertos de mayor nivel del Gobierno, es la encargada de analizar, elaborar y proponer un plan de acción ante una amenaza, como la actual de ómicron y el aumento de los casos. Hasta ahora, lo que recomendaba la Ponencia de Alertas, Sánchez lo asumía como «ciencia». Irrebatible. Hasta ahora.
Ni rastro de mascarillas
El pasado 17 de diciembre, la Ponencia de Alertas (en la que está Fernando Simón y un nutrido grupo de técnicos de otros centros y hospitales) elevó a la Comisión de Salud Pública su propuesta de medidas para controlar la pandemia en estas Navidades. No incluía la obligación de las mascarillas en exteriores. Ni se mencionaba como mera posibilidad.
Sin embargo, ese documento sugerido por los técnicos de Sanidad pasó sin pena ni gloria por la Comisión de Salud Pública y por esa cumbre de presidentes autonómicos que ha tenido lugar este miércoles en el Senado. Sánchez les ha anunciado que la mascarilla vuelve a ser de obligado uso en las calles, parques y espacios naturales de España, independientemente de la distancia social que se pueda guardar en cada momento.
En cambio, los técnicos de Sánchez proponían la aplicación de ciertas limitaciones de aforo a la hostelería en zonas tensionadas por el covid, así como el cierre del ocio nocturno. No recomendaban tampoco ningún límite a las cenas familiares, aunque explicitaban que deberían extremarse las medidas de seguridad. Responsabilidad individual.
Pese a ello, Sánchez optó por ceder a la petición de País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana, Navarra, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía.